El 86% de las capturas mundiales de atún procede de poblaciones en «abundancia saludable»

Fuente: EuropaAzul

Soplan vientos de cambio sobre la pesca mundial del atún, según muestra el último informe de la International Seafood Sustainability Foundation (ISSF) publicado el pasado mes de marzo. Este nuevo estudio no sólo analiza el atún, sino también las repercusiones medioambientales más amplias de las prácticas pesqueras en otras especies y ecosistemas.

El 86% de las capturas mundiales de atún procede de poblaciones en «abundancia saludable», lo que supone un aumento del 1% respecto al informe anterior, el de 2023. También es notable el descenso de las poblaciones sobreexplotadas, que ahora representan el 10% del total, frente al 11% del informe anterior. Las estadísticas se mantienen estables para las poblaciones de nivel intermedio, que representan el 4% del total.

A pesar de las mejoras, algunas zonas siguen siendo críticas. Las poblaciones de atún blanco del Mediterráneo, patudo del Océano Índico y rabil del Océano Índico se consideran sobreexplotadas y sujetas a sobrepesca. El atún rojo del Pacífico también está sobreexplotado, lo que subraya la necesidad de una gestión más sostenible.

Entre las principales novedades en la gestión de las poblaciones cabe destacar el fomento de los programas de recuperación de DCP (dispositivos de concentración de peces) por parte de la Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central (WCPFC), y la adopción de una norma de control de capturas para el atún blanco del Pacífico Norte, en línea con lo que hizo la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) en 2023.

 

Nuevo informe medioambiental

Como complemento a los análisis de la situación de las poblaciones, se publicó un informe independiente titulado «Impactos de las pesquerías de atún en las especies no atuneras y otros aspectos medioambientales: resumen de 2024». Este documento se centra en las capturas accesorias y otros impactos ambientales de diversas técnicas de pesca del atún, y promete convertirse en una publicación anual.

El informe destaca la importancia de la biomasa reproductora, con el 61% de las poblaciones en buen estado, y de la mortalidad por pesca, con el 78% de las poblaciones no sobreexplotadas. En cuanto a las artes, el 66% de las capturas se realizan con redes de cerco, seguidas de palangres y líneas. Además, las capturas de los principales túnidos comerciales alcanzaron los 5,2 millones de toneladas en 2022, lo que supone un aumento del 2% respecto a 2021.

La ISSF expresa que «no sólo proporciona información crucial, sino que también se compromete a fomentar una pesca responsable y sostenible. El informe no sólo proporciona datos, sino que también promueve la adopción de prácticas que respeten el equilibrio de los ecosistemas marinos. La colaboración entre organizaciones de gestión pesquera e iniciativas como la ISSF es clave para garantizar un futuro sostenible para la pesca del atún y la salud de los océanos de nuestro planeta».

A través de la actualización continua y la accesibilidad de sus datos, la ISSF demuestra su compromiso con una industria atunera que no sólo satisface las demandas del mercado, sino que también mantiene un ojo vigilante sobre la sostenibilidad ambiental, un equilibrio que es esencial para salvaguardar los recursos marinos para las generaciones futuras.

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